Se trata de un tratado multilateral de libre comercio negociado desde 2010 y ha sido ratificado por la Unión Europea y los Congresos de Honduras, Panamá y Nicaragua, mientras en Costa Rica, El Salvador y Guatemala aún se encuentra en trámite legislativo.

En las últimas semanas el Ministerio de Comercio Exterior costarricense, junto a las cámaras agroindustriales y la presidenta Laura Chinchilla, han presionado fuertemente para que el parlamento tico ratifique el AdA. Para el sector ambiental este tratado viene a agudizar las condiciones de desigualdad social, expulsión del campesinado y concentración de la tierra que se viven en la región.

En un comunicado de prensa emitido el martes COECOCEIBA señala: “Hoy, a 7 años del inicio de la implementación del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, Estados Unidos y República Dominicana (TLC conocido como CAFTA, por su sigla en inglés), queda más que demostrado que estas políticas de apertura sólo benefician a unos pocos, al sector político-empresarial transnacionalizado”.

Costa Rica es catalogado como uno de los países de América Latina donde la brecha social entre los sectores que más tienen y los más empobrecidos aumenta de forma acelerada. Además, este país es uno de los pocos del área donde la pobreza aumenta.

Ya desde septiembre de 2011 COECOCEIBA señalaba de forma precisa cómo los sectores más desposeídos fueron impactados negativamente por el CAFTA. En palabras de los mismos pequeños productores rurales, se supo que no podían competir con las importaciones de mercancías con precios por debajo del costo de producción.

Para la organización costarricense, “el sector agrícola, el de los pequeños agricultores y agricultoras -el campesinado- es uno de los más impactados”, según expresa el comunicado del martes. (…) “Mientras que los productos nacionales son desplazados, sectores como el de criadores de animales tampoco pueden sostener su quehacer debido a que la carne llega en grandes cantidades, surcando el mundo, emitiendo gases de efecto invernadero para llegar a nuestro país, y aún a precios por debajo del costo de producción”.

El AdA Centroamérica - Unión Europea no difiere de lo que se implementa en la actualidad con otros tratados de libre comercio. El comunicado de COECOCEIBA estipula que este nuevo convenio tiene el “agravante de que profundiza el mismo modelo económico de apertura comercial y despojo del campo”. El nuevo tratado de libre comercio “se ha presentado como un nuevo modelo, el énfasis está en el libre mercado”. “Lo cierto es que es un instrumento mejor afilado para despedazar la agricultura nacional”, sentencia el texto de prensa.

El AdA es promovido principalmente por empresas de agronegocios dedicadas a la exportación de banano, piña y palma africana. Son corporaciones cuestionadas por su participación en un modelo basado en la agricultura por contrato, en el monocultivo y el acaparamiento de tierras. “Sistema agroalimentario industrializado dominado por empresas transnacionales que monopolizan el mercado y no dejan beneficios al país. Al contrario, siembran mercancías en forma de comida, envenenando y explotando tierra, agua y gente”, denuncia el comunicado de COECOCEIBA.

* Esta nota fue producida por Henry Picado, integrante de COECOCEIBA - Amigos de la Tierra Costa Rica y corresponsal de Radio Mundo Real en ese país.

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