En primer lugar, Josie se alegró del crecimiento de la Vía Campesina, que, a veinte años de su creación, ha aumentado su tamaño, su influencia y su cantidad de miembros en los cinco continentes.

En cambio, se lamentó de la situación de los agricultores, que ahora están cada vez más sometidos a las sucesivas crisis y la intrusión creciente de las corporaciones y empresas, cuya lógica capitalista excluye soluciones como la agroecología y la agricultura familiar y campesina.

Josie ha reiterado la necesidad de una transición ecológica frente al modelo neoliberal que promueve el crecimiento sin límites y que, hoy en día, muestra señales de agotamiento y límites ecológicos que ponen en serio riesgo la supervivencia de la vida en el planeta.

Efectivamente, el problema real, la redistribución de los recursos y no la cantidad de alimentos producida, nunca será resuelto por el capitalismo, ya que su esencia es la creación de estos problemas de desigualdades, señaló la dirigente campesina francesa.

Ella confió estar también muy preocupada por los conflictos armados, creados por los fenómenos de acaparamiento de tierras y explotación extractiva de los territorios, que generan violentos conflictos sociales. La lucha por la paz es también una cuestión crucial hoy en día, señaló.

"La agricultura industrial no nutre a la gente, la hace morirse de hambre. Lo que es nuevo para nosotros, es la aparición de una agresividad todavía más fuerte del capitalismo, con la economía verde, el mercado de bonos de carbón y todas las falsas soluciones frente a los problemas climáticos", declaró Josie.

Aunque reconoce que se han tomado medidas de inclusión de los derechos de y por la tierra en algunas constituciones, como en Venezuela, Ecuador o Bolivia. Pero Josie llama a unas políticas concertadas, que no deben ser separadas unas de las otras, y evoca como objetivo para el movimiento campesino una ruptura total con el sistema económico y agrícola existente.

En cuanto a la Asamblea de las Mujeres, Josie resaltó la convergencia de experiencias y culturas diferentes lo que permitió abordar los desafíos para las mujeres del mundo entero. Por ejemplo, la noción de feminismo, que la Vía Campesina integra en sus acciones, todavía no está entendida y apropiada por la mayoría de las mujeres. Así, este intercambio fue fundamental, para compartir las preguntas y las ideas de la situación de las mujeres, de las "hermanas" del mundo.


"Es otra sociedad que debemos construir, y eso es un desafío del cual la Via Campesina tiene que participar", señaló en la entrevista Josie.

En lo que concierne las perspectivas para el futuro del movimiento, el traslado del Secretariado General de la Via Campesina desde Indonesia hacia Zimbabwe, y el acceso de una mujer africana a su liderazgo representan a juicio de la campesina francesa un símbolo muy fuerte para el mundo campesino. "África es hoy en día una región muy importante en las luchas futuras para la Soberanía Alimentaria y los modelos agrícolas que queremos ver fortalecerse".

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