Se trata de la segunda reunión cumbre de esta Comunidad, nacida en 2011 en Venezuela y que tuviera su primer encuentro en enero de 2013 en Santiago, capital Chilena, donde Cuba asumiera la presidencia rotativa.

Algunos de los principales elementos en la agenda, con fuerte impronta de la conducción cubana es la declaración del territorio latinoamericano y caribeño como “zona de paz”, la reivindicación de soberanía de Puerto Rico –hoy “estado libre asociado” de EEUU- y su acercamiento al bloque, la condena al bloqueo unilateral hacia Cuba y la defensa de las Islas Malvinas como parte del territorio argentino.

Visibilizar a la CELAC como interlocutor de la región, independencia de la tutela norteamericana ejercida a través de la Organización de Estados Americanos y fortalecimiento de mecanismos de desarrollo e integración sostenibles, son aspectos que dan relieve a esta cita con 33 delegaciones.

“La CELAC como proceso es una de las cosas importantes que están pasando en la región hoy en el sentido de conquistas de espacios de soberanía para el continente”, dijo a Radio Mundo Real Llanisca Lugo, del Centro Martin Luther King de La Habana (CMLK). El que se realice en la isla sometida al bloqueo unilateral estadounidense desde hace más de medio siglo y donde se realizan diálogos de paz entre la guerrilla colombiana de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) y el estado, representan un agregado cualitativo sustancial, indica la activista internacionalista.

ALBA y CELAC

La CELAC representa el círculo más amplio de una serie de esfuerzos integradores concéntricos en la región que incluye a la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), que integran Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda, además de la propia Cuba claro.

¿Cómo dialogan y se complementan estos espacios? La integrante del CMLK, miembro asimismo de la Articulación de Movimientos Sociales hacia el ALBA, explica que este conjunto de países representa la solidaridad internacionalista como forma de proyección a un futuro no capitalista, recogiendo la esencia de las luchas históricas de los pueblos.

“El ALBA y la articulación de movimientos tienen mucho que aportar a CELAC en el sentido de construir horizontes más nítidos”, señala Llanisca Lugo. “Sin la contribución de los pueblos de América Latina, de las organizaciones sociales con sus emergencias antisistémicas que adelantan ese mundo distinto que queremos”, la integración no será posible.

Llanisca añade que “ojalá CELAC también dialogue y escuche no solo las voces sino también las experiencias” y las metodologías de construcción de las organizaciones sociales.

Contra el bloqueo, consenso

La mera presencia de 33 delegaciones de máximo nivel significa una brecha en el bloqueo económico –que nunca político ni cultural- a que ha sido sometida Cuba por los Estados Unidos y estados subordinados. Esta medida unilateral es rechazada unánimemente por los miembros de CELAC en diversos foros internacionales, recuerda Lugo.

“Tenemos que confiar mucho en la fuerza de los pueblos y su aporte en el avance de una integración que coloque los valores más hermosos de la humanidad en el centro de las cosas. Es una invitación a los hermanos latinoamericanos a seguir juntos, buscando en lo pequeño y en lo grande, en cualquier espacio, la oportunidad para el diálogo y la unidad política hacia la utopía que soñamos”, indicó en la entrevista con Radio Mundo Real la activista cubana.