Pascual señaló que esta ha sido una de las pocas veces que se ha podido hacer retroceder una ley en Guatemala, y que ha significado una derrota no sólo para Monsanto, sino para las multinacionales semilleras Dupont, Bayer, entre otras empresas que “controlar la producción de semillas y alimentos”.

Entre las razones que entiende el dirigente dieron lugar a esta victoria, destaca la gran movilización popular en todo el país en contra de esta ley y otra serie de leyes pendientes: “fueron las luchas sociales, las luchas de la calle las fundamentales. Esta semana se hicieron cortes de carreteras en lugares estratégicos, en algunos lugares con más de 20 mil personas, en otros con 10 mil personas, y en el Congreso desde hace ya dos semanas hubo plantones constantes”.

El dirigente consideró también que este es un revés también para los partidos de extrema derecha de Guatemala, que han estado elaborando ésta y otras leyes “nocivas para el país”. Entre las principales leyes que aún constituyen una amenaza, Pascual apuntó: reformas a la ley de minería que facilitaría aún más la ocupación de territorios por parte de las empresas, y que entre otras cosas cambiaría la reglamentación de las consultas comunitarias; la ley de Servidumbre de paso obligatorio, que constituye una “vía libre para el despliegue de infraestructuras” en territorios comunitarios; y la ley de inversión y empleo, “una ley que viene a sepultar los derechos laborales en el país”, según cuenta Pascual.

El desarrollo de estos puntos se encuentra en la entrevista completa con Daniel Pascual, que puede escucharse en el archivo adjunto