El documento ya fue entregado a fines de julio a legisladores del partido oficialista, el Frente Amplio, a la entonces presidenta de esa fuerza política, Mónica Xavier, y a varios ministros de gobierno (ver adjunto el documento). A Xavier se le pidió además una instancia de reunión.

El miércoles REDES – AT emitió un comunicado de prensa difundiendo el posicionamiento, luego que la Cancillería uruguaya consultara a todos los Ministerios (especialmente al de Salud Pública y al de Educación y Cultura) sobre sensibilidades, perjuicios y beneficios que ven respecto al TISA y su negociación. La idea del canciller Rodolfo Nin Novoa es elaborar posteriormente las ofertas de acceso al mercado uruguayo y listas de excepciones para la próxima ronda de negociaciones, a realizarse el 15 de septiembre.

Ecologistas y sindicalistas están muy preocupados por el secretismo acerca de las negociaciones y las dificultades para acceder a la información, la extensión y profundización que implica el TISA de la liberalización que ya existe en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y la amenaza a la soberanía del país para la definición de sus políticas públicas, entre otras cosas.

En su posicionamiento REDES – AT y el PIT – CNT plantean una serie de puntos relacionados a las diferencias del TISA respecto al Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (GATS, por su sigla en inglés) de la OMC. “Si bien el TISA contiene muchas de las normas centrales del GATS, va más allá en términos de restringir la libertad para regular los servicios”, expresa el texto.

Explica que hay varias cláusulas que dañan la soberanía nacional, porque impiden la definición e implementación por parte del gobierno de sus políticas públicas, establecidas en el programa de gobierno ratificado por la ciudadanía en elecciones democráticas. “Esas políticas son instrumentos medulares de cualquier gobierno cuyos principios orientadores se basen en la equidad, la igualdad y la redistribución de la riqueza”, señala el comunicado de prensa emitido ayer.

REDES – AT y el PIT – CNT puntualizan en su documento político, como ejemplo de elementos riesgosos del TISA, el compromiso de “Trato Nacional”, que no implica solamente dar el mismo trato a las empresas nacionales y transnacionales que operen en el país. Sino también la obligación de que las medidas adoptadas por el Estado no generen condiciones de competencia más favorables para las compañías uruguayas.

Destacan asimismo que el acuerdo también establece una “cláusula trinquete” inexistente en el GATS, que significa que una vez que el mercado de un sector está abierto ya no es posible nacionalizarlo, o si una medida discriminatoria a favor de las empresas nacionales es atenuada o derogada, el Estado no podrá luego retroceder en su decisión. “El plebiscito del agua en 2004 y la estatización de los servicios de agua y saneamiento no hubieran sido posibles por ejemplo con un TISA firmado”, dice el parte de prensa de REDES - AT.

El documento de la central sindical y la organización ecologista argumenta también que el TISA puede implicar profundos cambios en materia de contratación pública, telecomunicaciones y servicios financieros.

Finalmente, REDES – AT y el PIT – CNT explican en el texto que el TISA es un tipo de acuerdo con el cual el poder corporativo y los intereses de los inversionistas, junto a los gobiernos de países centrales, pretenden modificar para siempre las reglas del juego para asegurarse menores posibilidades de acción de los países en desarrollo y mayores márgenes de ganancia.

El 6 de agosto el PIT – CNT realizó una gran huelga general en todo el país, a la que se adhirió también REDES – AT, que tuvo entre una de sus consignas un rotundo NO al TISA. Asimismo, varios integrantes de REDES – AT se manifestaron a comienzos de julio en Ginebra, Suiza, contra el TISA, con el respaldo de la federación Amigos de la Tierra Internacional.

Las dos organizaciones han trabajado mucho conjuntamente en torno a este tema. De hecho, durante 2014 mantuvieron varias reuniones con el entonces canciller, Luis Almagro, preocupadas por la posible entrada de Uruguay al TISA y con la intención de conocer los textos de negociación, lo que no se logró.