La unidad y acción indígena tuvo como objetivo denunciar las violaciones a los Derechos Humanos Indígenas y Territorial, que el proyecto energético ha generado desde su concesión hasta el inicio de pruebas de llenado, que no estaba contemplado en los acuerdos entre la dirigencia indígena y el Gobierno Nacional, dirigido por el presidente Juan Carlos Varela. Acto que se adiciona, a las irregularidades e incumplimientos las normas administrativas, ambientales y de los Derechos de los Indígenas.

En esta protesta se presentó el Defensor del Pueblo, Alfredo Castillero, junto a su personal técnico, en donde extendió su colaboración con los afectados, los procedimientos adecuados para lograr resultados positivos para la continuidad del desarrollo del pueblo Ngäbé y la no violación a sus Derechos Humanos.

En el marco de esta manifestación, la dirigencia indígena, bajo su costumbre y mística tradicional y espiritual Mama Tatda, expresó su solidaridad con los pueblos de Latinoamérica oprimidos por estos proyectos extractivos, enfatizando la solidaridad con el pueblo de Honduras, y la Acción Global de justicia ante el asesinato de la indígena lenca Berta Cáceres.