“Hay que afianzar las importantes relaciones comerciales, económicas, de cooperación en salud, educación y consulares” entre Ecuador y Bolivia, “pero mucho más la relación a nivel de Estado”, dijo Ulcuango en el acto oficial de asunción en la ciudad de Cayambe, a unos 60 kilómetros de la capital Quito. Destacó la importancia también de estrechar los vínculos entre las sociedades de los dos países. “Recibo esta designación con humildad, pero con toda la valentía” para representar a Ecuador y a las distintas nacionalidades que integran el país, agregó según cita de la agencia EFE.

Ulcuango fue vicepresidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE, que agrupa a todos los pueblos indígenas) y presidente de la Confederación Kichwa de ese país (ECUARUNARI). Fue también diputado por el Movimiento Pachakutik, brazo político de la CONAIE, y jefe de bloque. Presidió además el Parlamento Indígena de América.

En las últimas horas las agrupaciones originarias han sido muy duras con Ulcuango. El 8 de agosto la CONAIE emitió un comunicado de prensa con consideraciones de su presidente, Humberto Cholango. El dirigente rechaza la designación de Ulcuango, lo califica de desleal, acusa al gobierno de dividir al movimiento indígena y alerta al presidente boliviano Evo Morales de que el nuevo embajador no representa a ese movimiento.

“Ricardo Ulcuango no cuenta con nuestro aval ni apoyo. Con esta actitud no representa a las luchas dignas e históricas de nuestros héroes y mártires, que prefirieron morir antes que entregarse a intereses ajenos a los pueblos y nacionalidades”, dice el comunicado citado por el diario ecuatoriano El Universo.

Cholango expresa también que “es lamentable que un ex dirigente del movimiento indígena se preste para consolidar el plan divisionista que desde un inicio este Gobierno implementa para destruir todo tipo de organización popular en el país”.

Según la CONAIE, Ulcuango ha aceptado este cargo desconociendo la autoridad política de sus organizaciones de base. “Más allá de su intención personal, que en sí es deplorable, lo único que demuestra Ulcuango es haber caído en las tentaciones del poder y haberse convertido en un instrumento del Gobierno”, añade Cholango.

En una entrevista brindada a Gama TV, Ulcuango dijo que no se “prestará para una división” y que las organizaciones indígenas a las que ha representado han estado luchando para que los gobiernos las incluyan en los procesos de toma de decisiones políticas. “Respeto las opiniones de mis compañeros y dirigentes de la CONAIE y la ECUARUNARI”, dijo, pero aclaró que no comparte las acusaciones que se le han hecho.

El nuevo embajador en Bolivia aclaró que informó y consultó a las organizaciones indígenas cuando se le hizo la propuesta laboral desde el gobierno, y lamentó que ellas no hayan puesto “demasiado empeño” para reunirse y analizar esa posibilidad evaluando “pros y contras”. Ulcuango reivindicó sus “principios ideológicos y gestión de lucha siempre a favor de los pobres, de los pueblos indígenas, de las nacionalidades, pero también de otros sectores sociales”. Afirmó que continuará esa línea de trabajo y que nunca se prestará para que la derecha lo utilice.

El ahora diplomático dijo que lo motivó especialmente para aceptar el nuevo cargo la posibilidad de “vivir de cerca el proceso de cambio que está implementando el presidente Evo Morales a pesar de las adversidades que existen”. Expresó su deseo de que el gobierno boliviano “avance más hacia la concreción del verdadero Estado Plurinacional”.

Finalmente, Ulcuango destacó las “afinidades” entre los gobiernos de Morales y Correa. Aseguró que se le ha pedido que se “afiance la integración cultural, política y comercial”, pero también la “integración entre la sociedad civil, los pueblos indígenas” de los dos países. En este sentido, el primer punto en la agenda del embajador es la concreción de una reunión entre los cancilleres para preparar un plan de trabajo.

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