El evento reunió en la comunidad de Boquete, provincia panameña de Chiriquí a unos 250 delegados de todo Centroamérica provenientes de comunidades indígenas y colectivos ambientalistas y de resistencia a la instalación por parte de grandes consorcios trasnacionales de proyectos de represas. También hubo presencia de delegados y observadores de Ecuador, Argentina, Italia, España y Finlandia.

Tras definir a América Latina y el Caribe como un territorio que aún es visualizado como espacio de usurpación de sus recursos naturales por parte del empresariado de los países centrales, el encuentro señaló que las poblaciones locales “son las principales víctimas de un modelo de economía obsesionado por el crecimiento económico que atenta contra la vida y favorece la avaricia de un reducido grupo de empresas y personas”.

“Ese modelo de sociedad está privatizando la vida misma por medio del patentamiento de nuestros conocimientos ancestrales y la apropiación con fines comerciales de la biodiversidad, la producción transgénica, el control transnacional de la producción, con la consecuente la pérdida de seguridad y soberanía alimentaria, etc. A todo esto se suma la construcción de megaproyectos mineros, hidroeléctricas, turísticos, etc.”, recogió la declaración final del evento.

El Coordinador de Campañas de CESTA Amigos de la Tierra El Salvador, José Acosta, reseñó para Radio Mundo Real los principales aspectos del encuentro en Panamá, así como los eventuales efectos del mismo en las políticas gubernamentales centroamericanas.

Acerca de los motivos que llevaron a la realización del encuentro en Panamá. Acosta dijo que la ofensiva de las trasnacionales para la instalación de grandes infraestructuras es común a todos los países centroamericanos, por lo que se busca un criterio de rotación y el sexto encuentro fue fijado para Costa Rica.

Acosta señaló que no existe organización integrante de la federación internacional Amigos de la Tierra en Panamá y uno de los objetivos fue explorar una eventual integración.

Por último, el activista salvadoreño describió la situación de las demandas desde el campo social en el marco de procesos políticos de corte progresista en la región.

Tal es el caso de Panamá, país en que el domingo 3 de mayo se celebrarán las elecciones parlamentarias, de alcaldías y presidenciales. Acosta afirmó que las opciones en pugna cuentan con ideologías bastante similares tendientes al centro político por lo que “no hay muchas expectativas, no se esperan muchos cambios en términos de la visión política de futuro desde los gobiernos”.

En tanto en El Salvador el 1º de junio próximo tomará posesión presidencial Mauricio Funes, electo por el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional. Durante la transición, el gobierno electo ha establecido lazos de consulta con organizaciones como CESTA - Amigos de la Tierra sobre aspectos de política ambiental lo que permite albergar expectativas de lo que será la gestión. Pero Acosta puntualiza que “en base a los análisis que hemos hecho como organización ambientalista creemos que los esfuerzos que habrá que hacer en la lucha, en la incidencia deben ser los mismos porque los intereses de los poderosos grupos nacionales y trasnacionales no van a cambiar, se mantienen y existen proyectos de infraestructura que ya están en marcha”.

El encuentro de Panamá tendrá su continuación en el encuentro de Afectados por el Cambio Climático que precisamente albergará El Salvador entre el 4 y el 7 de junio próximo.

Al respecto Acosta dijo que de cara a ese encuentro no se prevé integrar a actores gubernamentales, sino que se priorizará un fortalecimiento del trabajo al interior de las organizaciones, comunidades con un énfasis muy especial en los comunicadores receptivos de la problemática ambiental. “El gremio de periodistas es estratégico para nuestro proyecto”, declaró.