Esta comunidad indígena, establecida cerca de la frontera con Panamá, está alarmada por la intención del Fondo Nacional de Fomento Forestal de aplicar ese mecanismo en aproximadamente unas mil hectáreas de bosques del territorio indígena, que además rodea dos sitios considerados sagrados por la cultura bribri.

El cerro Namaso y el valle de Surayo son dos lugares que para la cosmovisión bribri no deben de ser objeto de mercantilización, según afirman, y por eso miembros de la comunidad de Alto Durigna se reunieron el sábado 4 de febrero para analizar estos planes de incursionar en sus bosques.

Se estima que en toda Costa Rica viven unos 10 mil indígenas bri bri, sobre todo asentados en la Cordillera de Talamanca.

El corresponsal de Radio Mundo Real en Costa Rica, Henry Picado, de la organización COECOCeiba, entrevistó a Filidencio Cubillo, de la organización Talamanca Por la Vida y Por la Tierra, quien explicó los resultados de esa trascendental reunión.

Cubillo mencionó, entre otras cosas, que el cerro Namaso representa un lugar sagrado y está prohibido el ingreso de toda persona, mientras que el segundo sitio, el Surayo, representa la tierra sagrada donde Sibü, una de las divinidades de esta cosmovisión, "sembró la semilla y creó a los bribri y su cultura".

Filidencio alertó por lo que considera una grave amenaza para la cosmovisión bribri, y por eso la comunidad se mantiene firme en rechazo a la mercantilización de los bosques y los sitios sagrados. Cubillo invitó también a reflexionar sobre la posibilidad de que el mundo occidental mercantilice y ponga precio a las iglesias y templos de los primeros habitantes de este continente.