Las actividades en sí mismas eran un reflejo de la diversidad del movimiento, que afronta diferentes problemas en cada país, pero no dejaban de señalar la raíz común de dichas problemáticas, que reside en el modelo dominante que intentan imponer las multinacionales del sector agrícola y de la alimentación.

Coloquios organizados en Honduras, Brasil e Indonesia, actividades de carácter festivo en Madrid y en Halifax, y una feria gastronómica para celebrar la publicación de un libro de recetas en el País Vasco constituyen una muestra de esa diversidad. No faltaron tampoco actividades de profunda reflexión, como la ceremonia conmemorativa que se llevó a cabo en Turquía en la tumba de un líder campesino que falleció precisamente un 17 de abril, hace ya tres años.

Como se explicaba en un comunicado de la Vía Campesina, durante esta jornada internacional de lucha todos y todas unieron sus voces para denunciar los abusos de las multinacionales. En varios países el objetivo fueron las multinacionales de gran distribución, mientras que en otros el acento estuvo colocado sobre la apropiación de tierras o sobre el impacto de los cultivos transgénicos.

El movimiento campesino presentó además sus alternativas a este modelo dominante, que pretenden hacer frente a los gigantes internacionales del agronegocio.

Como parte de su compromiso con la construcción de alternativas, más de tres mil integrantes de la Vía Campesina participaron en la conferencia de los pueblos sobre el clima que está teniendo lugar en Bolivia, para así “dar testimonio de lo urgente que es abordar la crisis climática por medio de un cambio radical de los modelos de producción y de consumo”.

(Para más información sobre las actividades de la conferencia de los pueblos sobre el clima, ver cobertura de Radio Mundo Real).

Foto: Vía Campesina