“Afuera del país, Colom se define como un socialdemócrata, pero nosotros tenemos claro que representa a la derecha y que su política económica se ha dedicado a defender los intereses de las trasnacionales”, cuestionó el dirigente Daniel Pascual, miembro de la Coordinación y Convergencia Nacional Maya Waqib´ Kej, una de las organizaciones que se opone al acuerdo con Perenco.

En una entrevista con Radio Mundo Real, Pascual alertó que las actividades de la corporación, presente en Guatemala hace varias décadas, impactarán ahora sobre “uno de los pulmones del mundo” –el Petén es una región selvática-, y también sobre templos sagrados de la civilización maya.

“El presidente había dicho que no iba a otorgar nuevas licencias de explotación y resolvió no mantener su palabra para ceder ante las trasnacionales”, continuó el dirigente, quien recordó que sólo el 1% de las regalías que obtendrá Perenco se quedarán en el país.

La organización indígena respalda las acciones legales llevadas adelante por grupos ambientalistas para frenar la actividad de Perenco, y confirmó que también recurrirá a la justicia para que el gobierno acate las recomendaciones internacionales de suspender los trabajos de la mina Marlin.

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