La medida, llevada a cabo por indígenas de las regiones de Amazonas, Loreto, Ucayali, Madre de Dios, Cuzco y Junín, busca protestar por la contaminación causada por la actividad petrolera en los territorios en los que habitan los pobladores originarios.

A la vez, con la protesta se pretende que se deroguen las nuevas leyes sobre aguas y sobre bosques, a las que los nativos consideran perjudiciales para sus tierras y sus derechos sobre las mismas.

Los indígenas, que también rechazan con su protesta los tratados de libre comercio que Perú firmó con Estados Unidos y con Chile, están bloqueando los ríos Napo y Corrientes como parte de sus medidas de lucha, según informó a la cadena Telesur el portavoz de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana, Edson Rosales.

Por otra parte, en declaraciones a la Coordinadora Nacional de Radio de Perú, el presidente de esa asociación, Alberto Pizango, señaló que las medidas de fuerza adoptadas no indicaban que las comunidades originarias no estuvieran abiertas al diálogo con el gobierno, y afirmó que estaban dispuestas a conversar para que se avanzara hacia el respeto de sus derechos. Sin embargo, lamentó la falta de disposición del gobierno para mantener un diálogo de esas características.

El lunes, los indígenas realizaron una marcha en Yurimaguas, capital de la provincia de Alto Amazonas, y el miércoles realizarán una nueva marcha, que recorrerá alrededor de 20 kilómetros en la región norteña de San Martín.