«En los últimos años en la universidad ya es muy fácil que entre en una empresa y empiece a trabajar como pasante, con todo lo que eso implica, porque si entrás como pasante entrás a un régimen de explotación accesible para las empresas», explica Aníbal Antonelli, uno de los mentores de «Sin Capataz», el colectivo de producción de software basado en la transparencia y la equidad.

Con la experiencia dando sus primeros pasos, Aníbal cuenta que se encuentran buscando organizaciones con las cuales empezar a trabajar, con la dificultad de que, generalmente, en las agrupaciones populares escasean los recursos. «El mail se lo enviamos a muchas organizaciones, no solamente en Argentina: por ejemplo sindicatos, empresas recuperadas, medios de comunicación, o sea, lo que nosotros creemos, es que el software tiene que ser utilizado como una herramienta, (...) respeta la autonomía de las organizaciones, permite modificar, adaptar software en base a esas necesidades», afirma.

El software libre le permite a «Sin Capataz» trabajar con herramientas avanzadas y estables, mientras que en la universidad aprenden a utilizar software privativo «bien orientado al mercado». «Tenemos que apuntar a que sea una opción ―dice Aníbal sobre el software colaborativo―, que crezca y empezar a laburar en base a las necesidades que hay. Yo pienso en organizaciones, porque creo que son las que tienen un rol fundamental dentro de lo que es el campo popular y en la búsqueda de un cambio».

Como colectivo, también luchan para que no existan relaciones de explotación; es por eso que se organizan de forma igualitaria y democrática: «Por ahí piensan: "¡Uh!, sin capataz, estos son re-anarquistas". Por ese lado la pensé un poquito, pero ya está, esto es parte de lo que creemos y lo que somos», concluye Antonelli.

En Argentina, activistas, comunidades y movimientos sociales pueden comunicarse con nuestros corresponsales a través del correo electrónico.

Imagen: http://www.sincapataz.com.ar/