En un contexto hondureño de militarización e impunidad que no ha cesado desde que en 2009 fuera perpetrado un Golpe de Estado, la presencia de militares norteamericanos, en connivencia con los uniformados locales, sigue arrojando víctimas. En el país centroamericano mueren 22 personas al día por circunstancias violentas.

Así lo relató en entrevista con Radio Mundo Real la integrante del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) a propósito de la denuncia circulada internacionalmente sobre agresiones en la zona de la Moskitia, territorio ancestral que comparten cuatro pueblos indígenas.

El pasado 11, agentes de la Agencia Norteamericana anti Narcóticos (DEA) y del Ejército hondureño ametrallaron desde un helicóptero a integrantes de la comunidad miskita, entre ellas mujeres embarazadas, señaló Berta.

“Esto es parte de una estrategia de saqueo en la cual el gobierno es cómplice y donde el combate al narcotráfico no es más que una excusa”, afirmó en la entrevista Berta. En un comunicado público, el COPINH reclama la liberación de los indígenas que fueron encarcelados el 11 de mayo, la restitución de sus bienes materiales –como herramientas de trabajo- y agrega: “nos sumamos a la exigencia de los Consejos Territoriales, de las organizaciones y Pueblo Miskito que exige la salida de las tropas gringas de este territorio sagrado y ancestral que ha sido enlutado y que ha sufrido bombardeo y ametrallamiento de manera indiscriminada, nos sumamos al señalamiento como responsables de esta atrocidad al ejército hondureño y gringo, nos sumamos a la demanda de castigo a los responsables y a que este caso no se quede impune”.

Escuche la entrevista con Berta Cáceres en audio adjunto.