El evento contó la participación de más de 700 delegados y delegadas de México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Panamá, Nicaragua y Costa Rica. Asimismo hubo participantes de Suiza, España, Italia, Estados Unidos, Alemania, Brasil, Colombia y Canadá.

El Foro caracterizó claramente la etapa tal y como la evalúan movimientos sociales, indígenas, y ambientalistas de la región: “en nuestros territorios se vive una nueva invasión”, afirman. “Millones de hogares mesoamericanos están hoy desgarrados por la pobreza y la migración y somos las mujeres las que sufrimos con mayor fuerza la discriminación y la violencia”.

El evento se extendió desde el viernes 8 hasta el domingo 10 de abril en Minatitlán, Estado de Veracruz, México, lugar que es conocido como el “corazón de la tierra olmeca”.

“Los derechos de nuestros pueblos son pisoteados por oligarquías al servicio de las grandes corporaciones transnacionales. La creciente militarización demuestra que la democracia en nuestros países es sólo una farsa. La persecución en contra de los hombres y mujeres que defienden sus derechos es una muestra más que quienes nos gobiernan son súbditos del gran capital y de sus proyectos de muerte”, glosa la Declaratoria Final.

En Centroamérica, “son muchas las familias que han sido desplazadas de sus hogares, por la construcción de represas hidroeléctricas, carreteras y otros proyectos como los de ganadería extensiva. También son muchos los pobladores que han sido desalojados de sus viviendas por proyectos de urbanización salvaje”, explicita el documento.

Y recuerda que vastas porciones del territorio mesoamericano se encuentran virtualmente enajenadas para la minería, denunciando especialmente el rol de las empresas mineras canadienses en la violación de derechos comunitarios en aquellas regiones donde llevan a cabo sus explotaciones.

Por ello, entre sus acuerdos los participantes del Foro incluyeron defender sus “tierras y recursos naturales, enfrentando los proyectos hidroeléctricos, mineros, turísticos, de ganadería extensiva, plantaciones forestales y de infraestructura”.

También, en lo que se considera un momento fundacional de una nueva era de movilizaciones conjuntas en la región centroamericana, se rechazan las denominadas “falsas soluciones” al Cambio Climático financiadas por agencias multilaterales como el Banco Mundial. En ellas se engloba el financiamiento a represas, cultivos para agrocombustibles y mercadeo de bonos de carbono. “Los gobiernos de Norteamérica, Asia y Europa impulsan iniciativas de muerte disfrazadas de cooperación y a través del llamado Libre Comercio sólo buscan favorecer los intereses de las grandes empresas transnacionales”, aseguraron las organizaciones participantes de las jornadas.

“Hoy nace en Minatitlán, un nuevo movimiento, el movimiento de los pueblos mesoamericanos. En el día que recordamos la muerte de Emiliano Zapata, nacemos con dignidad y coraje en este nuevo caminar, que es el caminar de nuestros antepasados y que será el caminar de nuestros hijos e hijas”, concluye la Declaración del VIII Foro Mesoamericano de los Pueblos.