“Los movimientos sociales de Colombia llamamos a la realización de una Cumbre de los Pueblos en Cartagena (...), para debatir y construir con nuestros hermanos y hermanas de América una posición conjunta acerca de las relaciones hemisféricas y el rol de la política de Estados Unidos”, dice el llamado público. La idea también es “presentar nuestras demandas a los gobiernos, exigir que en la VI Cumbre se debatan nuestras posiciones y denunciar la política guerrerista de la administración de Washington”.

Entre las organizaciones y movimientos sociales colombianos convocantes a la Cumbre de los Pueblos hay representaciones sindicales, indígenas, estudiantiles, religiosas, entre otras.

El llamado expresa que las Cumbres de las Américas surgieron por idea de Estados Unidos, que buscaba promover sus enfoques sobre libre mercado y seguridad hemisférica, a través de su propuesta del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Esa iniciativa comercial cayó en la cumbre oficial de 2005 en Mar del Plata, Argentina.

Las redes colombianas destacan que en los últimos años “han sido crecientes las posiciones discrepantes de varios gobiernos con la agenda del gobierno estadounidense”, con esfuerzos de integraciones regionales “autónomas”. Mencionan especialmente a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que excluyen a Canadá y Estados Unidos.

Los convocantes a la Cumbre de los Pueblos de Cartagena advierten que el presidente estadounidense, Barack Obama, ha continuado impulsando la tradicional posición hegemónica de su país en la región, con fuerte presencia militar incluida, a pesar de anuncios que había hecho en sentido contrario. Su administración “avanzó en la militarización del Hemisferio, apoyó el golpe de Estado en Honduras y sigue respaldando el régimen ilegítimo de Porfirio Lobo, radicalizó la ’guerra’ contra el narcotráfico, que sólo ha servido para aumentar la militarización y la violencia, no eliminó las sanciones a Cuba y no propuso cambios en la legislación migratoria”.

Organizaciones como la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT), la Organización Nacional Indígena del país (ONIC) y la Red Colombiana de Acción frente al Libre Comercio (RECALCA), señalan en el llamado público que el gobierno nacional “ha ahondado la dependencia de Estados Unidos”. La administración del presidente Juan Manuel Santos “apoya la política de guerra” de Estados Unidos “a nivel mundial” y, además, “profundiza el modelo económico que ha llevado a numerosos países y al mundo a la grave crisis en que nos encontramos”. El gobierno colombiano “se obstina”, dicen las organizaciones, en implementar los Tratados de Libre Comercio (TLC), “acentuando la política neoliberal de flexibilización laboral, privatizaciones de salud, educación y servicios públicos, el acaparamiento de tierras y el favorecimiento de la especulación financiera”, entre otras cosas.

Según el texto de las redes colombianas, el rumbo del gobierno de Santos “ha conducido a agudizar la crisis social, profundizando el empobrecimiento, el desempleo, el desplazamiento, la pérdida de la soberanía alimentaria y cultural, la degradación del medio ambiente, la desindustrialización”.

Los convocantes a la Cumbre de los Pueblos demandan la desmilitarización del continente, que los gobiernos restablezcan el derecho de Cuba a participar en la cumbre oficial (varios países presionan en ese sentido) y que exijan a Estados Unidos el cese del bloqueo a la isla y de hostilidades a quienes no siguen sus “dictados”. Las organizaciones reclaman además relaciones comerciales de “cooperación y beneficio recíproco”, en detrimento de los TLC, y una “profundización” de los “procesos de integración autónoma”.

A continuación ponemos a disposición un informe audiovisual difundido por las redes colombianas, realizado por el periódico “desde abajo”, sobre la Cumbre de las Américas y la Cumbre de los Pueblos en Cartagena. En el trabajo habla el economista y profesor universitario Héctor León Moncayo, vocero de RECALCA.