Para el próximo 29 de abril muchos de los grupos que han hecho estas denuncias están convocando a una gran movilización nacional contra la CFE, que incluirá marchas, ocupaciones simbólicas de oficinas y actividades artísticas.

Los movimientos mexicanos denunciarán además las políticas de criminalización de la protesta que, a su entender, se están impulsando desde el Estado mexicano.

La historia de la privatización de la energía eléctrica en México tiene muchos puntos de coincidencia con lo que ha sucedido en otros puntos de América Latina: luego de procesos nacionalizadores que se dieron durante las décadas del sesenta y el setenta, las políticas neoliberales de los noventa revirtieron esa tendencia y desmantelaron los sistemas de control público.

Un documento de los grupos impulsores de las protestas del 29 de abril recuerda que durante los años más duros del neoliberalismo los gobiernos mexicanos de turno permitieron a través de decisiones inconstitucionales inversiones privadas en el sector eléctrico. A raíz de eso, actualmente el 40 por ciento del sector está privatizado.

El problema ha tenido otras derivaciones. La adjudicación de la construcción de presas hidroeléctricas y parques eólicos a privados y empresas extranjeras está “despojando a miles de familias campesinas indígenas y no indígenas de sus territorios”, afirman, y también trae como consecuencia el aumento de las tarifas eléctricas.

En los últimos años, han surgido en diferentes países de América Latina organizaciones de usuarios de los servicios básicos que reclaman por sus derechos, ante el aumento indiscriminado de las tarifas.

En Brasil, por ejemplo, se lleva adelante la campaña “El precio de la luz es un robo”, que impulsó el Movimiento de Afectados por Represas (MAB por sus siglas en portugués) para frenar una situación evidente: la población termina subsidiando a los grandes consumidores de energía. Algo similar sucede en Guatemala y Nicaragua, donde frentes nacionales de consumidores se han movilizado con firmeza para exigir la expulsión de la empresa española Unión FENOSA.