Son los pobladores y pobladoras, hombres, mujeres, jóvenes, ancianos, niñas y niños de Temacapulín, el poblado del Estado mexicano de Jalisco que corre riesgo de ser inundado de avanzar el proyecto privado de construcción de una nueva represa sobre el Río Verde.

En tanto este jueves 25 de noviembre culminaba el plazo dado por la justicia del Estado de Jalisco para que se detuvieran las obras de construcción del “Nuevo Temaca”. Los pobladores siquiera admiten que se use el nombre de su pueblo histórico para denotar un lugar al que no desean moverse. En cambio sospechan que la empresa constructora no respetará el dictamen judicial y seguirá adelante con su contrato.

Guadalupe Espinosa, –el abogado del Colectivo COA que representa a los afectados– dijo a Radio Mundo Real que el municipio de Cañadas de Obregón tiene que pedir a la constructora que detenga la edificación de viviendas. De no suceder así, se dará parte al Ministerio Público para que ejercite la acción penal correspondiente por desacato a una orden judicial.

La pobladora de Temacapulín, María Félix, brindó su testimonio a Radio Mundo Real señalando que no hay señales de parte de la empresa constructora de dar fin a las obras, a pesar de contar con pronunciamientos de la Comisión estatal de Derechos Humanos que amparan el reclamo de la comunidad de “Temaca”.

A todo esto, las autoridades estatales del agua han reconocido que la consulta hecha a la población fue engañosa dado que de acuerdo a la altura original prevista para la cortina de la represa, Temaca no resultaría inundado. Sin embargo, la misma se elevó de 80 a 105 metros, sin consulta a la comunidad, condenando así a este centenario pueblo que fuera sede del 3er Encuentro Internacional de Afectad@s por Represas y sus Aliad@s en los primeros días del mes de octubre último.

Se llevan construidas unas quince casas, relató María Félix. La zona es alta y los fríos están comenzando a ser intensos en las noches que decenas de personas permanecen en tiendas de campaña. Sin embargo, nadie se mueve, dice María. “Habíamos hecho un acuerdo (entre la empresa constructora apoyada por personal estatal y la comunidad) pero ellos no lo respetaron y siguieron construyendo. ¿Usted qué cree?”.

“Para nosotros no va a haber otro lugar donde vivir más que Temaca”, insiste María.