15 de septiembre de 2009 | Entrevistas | Industrias extractivas
"No producen nada, solamente extraen"
Cortan el paso a Chile para repudiar el avance minero en la provincia argentina de Mendoza
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Dos emprendimientos mineros de gran escala pusieron este fin de semana a la Asamblea Mendocina por el Agua Pura (AMPAP) sobre la Ruta Nacional 7, en la localidad de Uspallata, para realizar un corte en rechazo del modelo agro-minero exportador. La asamblea, constituída a fines del año 2006, integra a vecinos del Gran Mendoza y de las localidades de San Carlos, Tunuyán, Tupungato, Lavalle, General Alvear, San Rafael y Uspallata.
Uno de los proyectos mineros, San Jorge, propiedad de la canadiense Coro Mining y ubicado al norte de Mendoza, prevé la explotación de cobre y oro a cielo abierto y "si bien no va a utilizar la metodología de lixiviación con cianuro, va a utilizar el método por ’flotación’", explicó a Radio Mundo Real Graciela Stornini, de la comisión de prensa de la Asamblea Popular por el Agua, integrante de la AMPAP. Este último método empleado por la minería utiliza un químico llamado xantato, a pesar de que en la provincia existe una ley que desde 2007 prohíbe el uso de sustancias químicas tóxicas como el cianuro, el mercurio, el ácido sulfúrico y otras sustancias similares.
Potasio Río Colorado es, en cambio, un proyecto minero que buscará extraer sales de potasio destinadas a la exportación y utilizadas mayormente como fertilizantes dentro del modelo de monocultivo agrícola de caña de azúcar y soja. "Es un proyecto de minería no metalífera que utiliza en el proceso de explotación mucha energía; un proyecto que pertenece a la trasnacional ’Vale do Rio Doce’, que tiene sede en Brasil", aclara Graciela sobre el otro emprendimiento cuestionado en el sur provincial. "... va a utilizar un millón de metros cúbicos de gas por día -analiza-, el mismo consumo que tiene toda la provincia en relación al uso doméstio, insitucional y comercial".
Como legado, Río Colorado dejará un residuo de 210 hectáreas de sal por 20 metros de altura que "van quedar por la eternidad". Nada garantiza a los pobladores "que en un futuro no contaminen las napas y los ríos".
En tanto las poblaciones enfrentadas a los proyectos extractivos a lo largo de la cordillera se multiplican, se torna fundamental pelear por un nuevo marco legislativo nacional que regule la actividad minera, de lo contrario "las luchas terminan siendo luchas locales por defender o crear una ley que defienda tu territorio, pero termina amenazando al vecino de al lado. La lucha más grande que tenemos que emprender, (...) es justamente una lucha por una legislación que sea de todo el territorio, que sea diferente a la legislacion de los años 90", reflexionó Stornini.
* Comunidades, movimientos sociales y activistas pueden comunicarse con nuestros corresponsales de base en Argentina Raquel Schrott y Ezequiel Miodownik.
