Los pobladores de Kachabri, una comunidad del territorio de Talamanca, en la costa caribeña costarricense, consideran nocivo este mecanismo de mercado de emisiones, apoyado, entre otros, por este gobierno centroamericano, en el marco de las discusiones sobre cambio climático dentro de Naciones Unidas.

En la misiva, señalan que no existen procesos de consulta o información sobre la implementación del mecanismo de REDD en los territorios indígenas, a pesar de que existe el Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (Fonafifo), ente estatal encargado de administrar recursos para el pago de servicios ambientales.

La carta advierte por las graves afectaciones que podrían tener los bosques dentro del territorio indígena: “Con REDD los bosques se convierten en un activo, es decir, en una mercancía que se compra y se vende. Pero para los pueblos bribris los bosques son un lugar sagrado donde Sibó (Dios Padre para este pueblo nativo) dejó todos sus elementos, como plantas, animales, aguas y aire y en ningún momento Él lo dejó como un negocio, esta no es nuestra tradición”.

Las soluciones al cambio climático, según afirman, no se sustentan en mercados financieros ni de especulación “ya que los países ricos no quieren comprometerse a disminuir sus emisiones de carbono, pero sí quieren que los bosques indígenas se conviertan en un negocio. Esto quiere decir que el problema central del cambio climático no se modifica en nada y nuestros bosques peligran”.

Por último, le piden al gobierno nacional que frene toda implementación de los mercados de carbono en sus territorios hasta tanto no haya procesos de información y consulta, y expresan su rechazo a que REDD se ejecute en el territorio de Talamanca.