Se trata de “un primer paso en pos de medidas tendientes a contrarrestar el rápido proceso de concentración y extranjerización de la tierra en el país, dominado por los agronegocios”, dijo la organización ambientalista en un comunicado de prensa circulado el 22 de septiembre.

Asimismo, REDES - AT reivindicó la necesidad de una legislación que limite la tenencia de la tierra en Uruguay y demandó que se apoye la agricultura familiar, a la que consideró fundamental para la economía nacional y la soberanía alimentaria.

El llamado Impuesto a la Concentración de Inmuebles Rurales (ICIR), propuesto por el Ejecutivo que encabeza el presidente José Mujica, “no es suficiente para frenar la concentración y extranjerización de la tierra en el país”, consideró REDES – AT. Pero “es un primer paso y una iniciativa que sirve para colocar el tema arriba de la mesa”, expresó en el parte de prensa.

El documento agrega que “el vertiginoso auge de los agronegocios, con la soja como cultivo estrella, la forestación y los paquetes tecnológicos intensivos, ha traído como contrapartida la expulsión de los pequeños productores. (...) Son familias expulsadas de la tierra”. “Y a este grave impacto social se le agregan las consecuencias ambientales, especialmente la escasez de agua y el deterioro de los suelos, en muchos casos irreversible”, sentencia el texto.

El 15 de septiembre REDES – AT realizó en Montevideo, capital uruguaya, un taller de formación interna junto a la Comisión Nacional de Fomento Rural, que nuclea a productores familiares de diversas partes del país, y la Red de Grupos de Mujeres Rurales del Uruguay. La instancia se denominó “Concentración de la tierra, acuerdos de inversión y recursos fitogenéticos”.

En ese marco Radio Mundo Real entrevistó a la presidenta de la Red de Grupos de Mujeres Rurales del Uruguay, Isabel Olivo.

La dirigente dijo que espera que se efectivicen medidas contra la concentración y extranjerización de la tierra. “Hace años que se dice mucho pero se hace poco”, se lamentó. “Estamos perdiendo soberanía, gente en el campo, porque el productor familiar se ve embretado y obligado a abandonar su tierra”, agregó. Destacó además el valor cultural de la vida en el campo: “la tierra no es solo lo que te da sustento, se ama la tierra”, valoró.

Olivo se refirió a las argumentaciones oficialistas a favor del ingreso de capitales privados en sectores como el de la soja y la forestación, que ponen énfasis en las inversiones como disparadoras del empleo. “Se cuentan los puestos de trabajo pero no se cuenta la gente que se va del campo, la pérdida de recursos naturales”, manifestó. “Una verdad a medias termina siendo una mentira”, consideró.

La presidenta de la Red de Grupos de Mujeres Rurales del Uruguay se refirió a los tratados de inversiones firmados entre estados o entre estados y empresas, otro de los temas centrales en el taller realizado con REDES – AT y la Comisión Nacional de Fomento Rural. Varias compañías dedicadas a los agronegocios en Uruguay se ven favorecidas por esos acuerdos, muchas veces confidenciales. “Nos vamos enterando de que la transparencia es poca o nula”, dijo Olivo.

Finalmente, la dirigente remarcó la necesidad de “pasar del diagnóstico a la acción”, para defender y promover la producción familiar de alimentos y frenar la pérdida del tejido social del campo. Olivo cerró diciendo: “Tú vas por cualquier ruta del país y ves casitas abandonadas por gente que ha tenido que irse prácticamente expulsada. Eso no lo quiero ver más, quiero que se revierta, que no sea una utopía”.

Foto: http://avisterra.blogspot.com