Al respecto, Bertoldi –quien integra el Frente Popular Darío Santillán de Argentina- remarcó que la convocatoria al altiplano boliviano resultó sumamente significativa para los movimientos sociales y “tiene que ver con una coherencia con el proceso de cambio que vive Bolivia de colocar en foros internacionales problemáticas de la Madre Tierra y del cambio climático; en definitiva cómo el ser humano se relaciona con la naturaleza”.

Señaló que Bolivia ha logrado colocar en la agenda más allá de las fronteras nacionales la necesidad de un cambio de paradigma sintetizada en el concepto del “Buen Vivir” el cual toma especial impulso ante el cambio de época que figura en las cosmovisiones de los pueblos originarios. En ese proceso de cambio en curso, los movimientos sociales tienen un rol fundamental, agregó Manuel Bertoldi, elaborando o re-elaborando conceptos alternativos a aspectos que aparecen como verdades absolutas y que hacen al modelo de producción, comercio y consumo.

Cómo expresar esa re-elaboración en políticas públicas, en un avance de los movimientos sobre el Estado, es el principal desafío que también emanó del cónclave que se efectuó tanto en La Paz como en la Isla del Sol, en el lago Titicaca.

Sobre la asamblea continental de movimientos sociales hacia el ALBA, que se iniciará el 18 de enero en São Paulo, Bertoldi lo definió como un punto de síntesis tras al menos cinco años de construcción de movimiento. “Se trata de construir un proceso de integración popular a nivel continental, desde una perspectiva anti-imperialista y apuntalando los procesos ya en curso en ese sentido”, dijo Bertoldi.

“Esperamos reunirnos unos 300 delegados y delegadas de más de 25 países de América para seguir discutiendo los desafíos que tenemos los movimientos sociales frente a un contexto de grandes desafíos”, indicó. Pero al mismo tiempo mantener la “alerta” sobre la contraofensiva del imperialismo en la región que se expresa en el avance extractivista, en la militarización creciente y en la promoción de golpes de Estado contra procesos democráticos como han sido los casos de Honduras en Centroamérica y Paraguay en el Cono Sur americano.

“En el continente hay más de 50 bases militares, se ha reactivado la IV Flota (de la Marina de EE.UU.) que navega a lo largo y ancho de la región, Venezuela está rodeada por más de catorce bases militares… Esto es parte de una estrategia más amplia que tiene que ver con el accionar de los medios de comunicación masiva que hace a los medios de comunicación y la guerra ideológica. Sin embargo indica que EE.UU. y el imperialismo están viendo a América Latina como un lugar en el que tienen que reforzar su incidencia”, reflexionó el referente de los movimientos del ALBA.

Recientemente, con votos de la bancada oficialista del Frente Amplio, Uruguay decidió mantener hasta finales de 2013 su contingente militar como parte de la Misión Internacional de Estabilización de Haití (MINUSTAH) que, junto a la masiva presencia de efectivos estadounidenses y bajo la comandancia militar de Brasil, ocupa militarmente el país caribeño.

Bertoldi subrayó esa situación como una de las más claras muestras de intervencionismo internacional y dijo que desde los movimientos sociales del ALBA y La Vía Campesina se ha mantenido una presencia y solidaridad permanentes en esa región de la isla La Española, reclamándose permanentemente el fin de la ocupación y el inicio de una verdadera solidaridad regional con el país, empobrecido y devastado por efecto de diversos terremotos y violencia política.

Escuche la entrevista con Manuel Bertoldi en audio adjunto.