3 de agosto de 2009 | Noticias | Derechos humanos | Justicia climática y energía
Un poquito de memoria
Brasil: Lula pretende saldar “deuda histórica” con afectados por represas
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En Brasil, el presidente Luís Inácio “Lula” da Silva reconoció en un discurso que el Estado está en deuda con el Movimiento de Afectados por Represas (MAB por sus siglas en portugués), ya que durante muchos años se construyeron hidroeléctricas sin pagar indemnizaciones y reasentar a las comunidades damnificadas.
Lo hizo días atrás en Brasilia, capital del país, en el marco del lanzamiento del plan zafra de agricultura familiar. “No quiero dejar el gobierno sin pagar esa deuda histórica que el Estado tiene con los compañeros del MAB”, dijo el mandatario, según consignó la oficial Agencia Brasileña de Noticias (ABN).
Allí también se refirió a asuntos pendientes con otros movimientos sociales brasileños, como la Vía Campesina, la Federación de Trabajadores de la Agricultura Familiar (Fetraf) y la Confederación Nacional de Trabajadores de la Agricultura (Contag).
Lula se mostró confiado en que estas organizaciones comprenden que no es posible “hacer todo en tan poco tiempo”, y aseguró que su administración está construyendo un “nuevo paradigma” en la relación entre el Estado y la sociedad.
El MAB acusó recibo del mensaje presidencial, y en su sitio de internet presentó datos de los impactos que han ocasionado las hidroeléctricas. En Brasil hay aproximadamente un millón de personas afectadas por represas, de las cuales el 70 por ciento no ha recibido la indemnización que merece, aseguran.
“La situación tiende a agravarse con la construcción de nuevos mega emprendimientos como el complejo Madeira, en el Estado de Rondônia”, denuncian desde el MAB.
A pesar de los reconocimientos, la lucha de los damnificados sigue siendo complicada. La semana pasada se supo que un trabajador rural del MAB del Estado de Paraíba, en el nordeste del país, fue asesinado en una emboscada. Se trata de Joãzinho, hermano de uno de los líderes del movimiento contra la construcción de la represa de Acauã, según informó el sitio de noticias del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST).
La crónica reseña que los militantes del MAB denuncian desde hace algunas semanas el creciente clima de tensión en la región y las amenazas de muerte que han recibido sus principales referentes.
Desde mayo unas 120 familias que fueron desplazadas por Acauã mantienen ocupadas tierras fiscales reclamando soluciones al Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra). Desde la puesta en funcionamiento del complejo hidroeléctrico, hace seis años, los afectados han exigido políticas de resarcimiento y otorgamiento de tierras, pero hasta ahora no han obtenido respuestas.
