Radio Mundo Real

La sentencia judicial que obliga a la petrolera estadounidense Chevron-Texaco a pagar 9510 millones de dólares por la contaminación que provocó en las provincias ecuatorianas de Orellana y Sucumbíos es un mojón importante, pero el proceso frente a los tribunales todavía no terminó.

Además de la apelación que la corporación ya anunció que presentará, están también pendientes otros reclamos por parte de los 30 mil demandantes afectados.

Ellos argumentan que, si bien no hay dinero que alcance para compensar las vidas humanas y los daños a la naturaleza, el monto establecido por el juez no alcanzará a cubrir todos los gastos necesarios para la restauración de la zona.

Es por eso que pedirán que la justicia revea la cifra, según informó la organización Acción Ecológica en un comunicado.

“Esta sentencia no es un triunfo definitivo y se están haciendo observaciones al monto fijado por la justicia. Una remediación eficaz costaría 113 mil millones de dólares, la diferencia es grande”, confirmó, en entrevista con Radio Mundo Real, Nancy Rodríguez de la Asamblea de Afectados por Texaco.

A pesar de eso, Rodríguez considera que este fallo en primera instancia sienta un precedente importante para las transnacionales, para que empiecen a “gastar lo necesario” para minimizar los impactos que provocan sobre la naturaleza y las comunidades.

Los demandantes, unos 30 mil indígenas y colonos, están representados por 40 personas que han firmado los documentos que se han presentado ante la justicia provincial, y se estima que el proceso podría llevar entre seis meses y un año más.