Tras enterarse de la compra para la nueva fuerza porteña ―de inminente entrada en servicio― de 5 pistolas cuyos proyectiles son dos dardos que producen una descarga eléctrica, la coordinadora afirmó: «Creemos que los asesinatos que se producen todos los días por parte de la policía no van cesar con la compra de este nuevo juguete de tortura».

Mariano Jaimovich, vocero de la Coordinadora de Lucha en la Ciudad (CLC), dijo que «ésta policía fundamentalmente viene formada por viejos efectivos de otras fuerzas [...], planteada desde un punto de vista abiertamente represivo».

Asimismo, la CLC señaló que las Táser X26 «recuerdan mucho a los instrumentos de tortura utilizados en la última dictadura».

Considerando el uso que se les da a las «armas letales» y teniendo en cuenta todos los casos de «gatillo fácil» existentes, Jaimovich destacó que «sería directamente impredecible lo que pudieran hacer con este otro tipo de nuevas tecnologías».

Para Amnistía Internacional los antecedentes que tienen estas pistolas no son buenos. En 2008, un informe que elaboró sobre la seguridad de estas armas en los Estados Unidos reveló que entre los años 2001 y 2008 más de trescientas personas murieron luego de recibir una descarga de arma Táser.

«Dicen que la metropolitana se va a usar básicamente para los desalojos, contra los vendedores ambulantes, y tenemos la idea de que también va a cumplir una función de represión de la protesta social», remarcó Jaimovich finalmente.

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