Así lo informó Mario Godínez, de Ceiba-Guatemala, en el marco de la Asamblea de Amigos de la Tierra de América Latina y el Caribe (ATALC) efectuada este fin de semana en Buenos Aires, la capital argentina.

Godínez explicó que estas comunidades se han declarado libres frente al Estado, y éste “ya está respondiendo con militarización y violencia”.

“Las comunidades han dado tres pasos contundentes: reconocer que el daño no es hacia las personas sino hacia las comunidades, luego de eso organizarse para defender los territorios y finalmente plantarse frente al Estado colonial y racista, diciendo que es posible construir alternativas”, enumeró.

Guatemala es un país que históricamente ha sido azotado por los genocidios. A la estrategia de “tierra arrasada” que llevó adelante la última dictadura militar, hay que agregarle, según Godínez, el “nuevo genocidio” que implica la extracción minera y el acaparamiento de tierras para agrocombustibles.

Agregó que, en paralelo a este proceso, las grandes potencias como Estados Unidos han adoptado una línea de profundización de la militarización del continente.

“No es la potencia económica de antes, pero sigue siendo una potencia militar. Ellos saben que el alimento es un gran negocio, que es un gran mercado cautivo y como pueblo no nos queda otra que la resistencia”, argumentó.

Por otra parte, la última crisis financiera internacional, según dijo el representante de Ceiba-Guatemala, les enseñó a las grandes potencias “que el dinero de papel y el electrónico desaparecen de la noche a la mañana, y los metales, como el oro, no desaparecen con tanta facilidad”.

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