Zelaya, referente de la resistencia que se forjó en Honduras frente a la dictadura, pudo regresar luego de firmar un acuerdo en Cartagena de Indias (Colombia) el pasado 15 de mayo con el actual presidente hondureño, Porfirio Lobo. Ese acuerdo, que contó con el aval de los presidentes de Colombia, Manuel Santos, y de Venezuela, Hugo Chávez, estableció que no se iba a juzgar al ex mandatario ni a los integrantes en el exilio de su gabinete si regresaban al país: además, éste garantizaba la seguridad tanto del ex presidente como de su familia.

A su retorno al país, Zelaya pronunció un discurso ante cientos de miles de personas que lo esperaban a la salida del aeropuerto de Toncontin en Tegucigalpa.

En lo que fueron sus primeras palabras públicas en territorio hondureño, Zelaya se enfocó en la democracia como condición indispensable para garantizar los derechos humanos. A su vez, el ex presidente señaló también que su regreso era un conquista, un logro de toda América Latina y de la resistencia del pueblo hondureño.

Asimismo, el ex mandatario también indicó que debía convocarse a una Asamblea Constituyente para cambiar radicalmente al texto constitucional vigente.

Por su parte, el dirigente sindical y referente del Frente Nacional de Resistencia Popular, Juan Barahona, afirmó en diálogo con Telesur que a partir de ahora se abría una nueva etapa, en la que el movimiento exigiría que se cumplieran los acuerdos establecidos en el marco del regreso de Zelaya.

Además, señaló que ahora se exigiría el reconocimiento del Frente como organización político partidaria, para poder participar en las elecciones que se realicen en el futuro.

“El presidente Zelaya lo dijo ayer: vamos a la toma del poder con la resistencia, vamos a organizar nuestro propio partido”, afirmó Barahona.

El gobierno de Lobo espera que el acuerdo firmado con Zelaya permita la reincorporación de Honduras en la Organización de Estados Americanos (OEA), de donde fue expulsada a raíz del golpe de Estado.

Al día siguiente del regreso de Zelaya al país, una comitiva del gobierno de Lobo viajó a Washington, con la intención de participar de la Asamblea Extraordinaria de la OEA convocada para el próximo miércoles 1º de junio, en la cual se podría definir la readmisión de Honduras.

No obstante, si se decide admitir a Honduras no se tomará la decisión por unanimidad, debido a que el gobierno ecuatoriano ya ha dicho que se opondrá al reingreso hasta que no sean juzgados los responsables del golpe.

Foto: http://www.resistenciahonduras.net/