El tema central oficial de la celebración de este año es “Diseños indígenas: celebrando nuestras historias y culturas, creando nuestro propio futuro”, según información del diario boliviano Los Tiempos.

El tema elegido subraya la necesidad de preservar y vigorizar las culturas indígenas, su arte y derechos de propiedad intelectual. Busca recordar además a las personas en general la responsabilidad que tienen como consumidores de recordar que detrás de cada pieza de tela, tejido o arte producida por indígenas hay historias y experiencias de vida personales.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, emitió un mensaje de celebración por este día. Allí reclamó, de acuerdo al diario español El Mundo, “un mayor esfuerzo” para reconocer y reforzar el derecho de los pueblos indígenas a la propiedad intelectual y para que ellos tengan una “compensación justa por su patrimonio cultural y sus conocimientos tradicionales”.

Ban subrayó que alrededor de 370 millones de personas en el mundo son indígenas, y que están presentes en unos 90 países. “Son, en su conjunto, custodios de un valioso patrimonio cultural que en muchos casos está desapareciendo rápidamente. Vemos su creatividad y sus innovaciones en las artes, la literatura y las ciencias”, agregó.

El principal representante de la ONU indicó asimismo que los pueblos indígenas se enfrentan a “muchos problemas para mantener su identidad, sus tradiciones y sus costumbres, y sus contribuciones culturales son en ocasiones explotadas y comercializadas, con escaso o ningún reconocimiento”.

Por su parte, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, demandó en otra declaración que “el desarrollo de algunos no vaya en detrimento de los derechos humanos de los demás”, en alusión a los padecimientos de numerosos pueblos indígenas en diversas partes del mundo. “Muchos de los aproximadamente 370 millones de indígenas en todo el mundo han perdido o están en peligro inminente de perder sus tierras ancestrales, territorios y recursos naturales”, dijo Pillay.

En esta línea, el movimiento Amnistía Internacional, dedicado a la defensa de los derechos humanos, advirtió que peligra la supervivencia de los pueblos indígenas americanos porque no existe voluntad política para respetar y hacer respetar sus derechos.

Amnistía Internacional ha publicado un nuevo informe, denominado “Sacrificar los derechos en nombre del desarrollo – Los pueblos indígenas de América, bajo amenaza”. Allí se estudian diversos casos en Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, México, Panamá, Paraguay, Perú y Estados Unidos.

La introducción del nuevo trabajo señala que “la falsa y peligrosa dicotomía entre desarrollo y derechos de los pueblos indígenas es habitual en el continente”. Tiene que ver con la concepción de que los pueblos indígenas “bloquean el crecimiento nacional” cuando se oponen a los llamados “proyectos de desarrollo”. No se tienen en cuenta los diversos impactos sociales y ambientales que esos proyectos les generan, muchas veces sin que se les consulte ni siquiera. Por eso muchas veces las comunidades indígenas resisten la implementación de emprendimientos petroleros, gasíferos, mineros, hidroeléctricos, por nombrar algunos, generalmente obras de grandes corporaciones transnacionales.

Esas luchas llevan a que desde varios sectores sociales se tilde irresponsablemente a los indígenas de “antidesarrollistas” o de “atrasados”. “Este tipo de respuesta tiene consecuencias demoledoras sobre los derechos humanos de los pueblos indígenas de la región”, señala el informe de Amnistía Internacional.

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