El Grupo ETC trabaja cuestiones socioeconómicas y ecológicas globales, relacionadas con las nuevas tecnologías, y especialmente acerca de los impactos de la técnica sobre pueblos indígenas, comunidades rurales y la biodiversidad. El grupo califica a la geoingeniería como una “propuesta de ’remiendos’ tecnológicos a mega escala para manipular deliberadamente el clima global”, según dice un comunicado de prensa propio circulado el lunes.

En líneas generales, el Grupo ETC considera que los experimentos de geoingeniería son una grave amenaza a la biodiversidad. Argumenta en algunos de sus documentos que por la escala en la que tienen que realizarse esos experimentos, se salen por completo de los parámetros usados en las pruebas científicas convencionales y quedan fuera de lo previsto por las legislaciones internacionales.

De acuerdo a información manejada por la organización, científicos británicos están a punto de hacer pruebas del equipo necesario para diseminar partículas de sulfato en la estratósfera, como preparación para realizar experimentos de geoingeniería.

Los datos disponibles indican que científicos de la Universidad de Cambridge, en colaboración con la Universidad de Oxford y el Centro Hadley (en un proyecto coordinado por la Universidad de Bristol), han estado desarrollando un conducto gigantesco a modo de manguera, sostenida por un inmenso globo y apuntando al cielo. La manguera se usaría para arrojar partículas a la estratósfera a fin de bloquear la luz del sol.

El experimento está proyectado para ser realizado de octubre a noviembre de 2011 y es parte de un proyecto financiado por el británico Consejo de Investigación en Ingeniería y Ciencias Físicas, con 1.6 millones de libras esterlinas. El emprendimiento se titula “Inyección Estratosférica de Partículas para la Ingeniería del Clima” (SPICE, por su sigla en inglés).

El director ejecutivo del Grupo ETC, Pat Mooney, dijo que “al permitir la realización de este experimento, el Reino Unido socava las discusiones intergubernamentales sobre la geoingeniería, las cuales el propio gobierno británico apoya financieramente y en las cuales también participa activamente”. Citado en el comunicado de prensa de la organización, Mooney manifestó que “esta provocación, altamente dañina, perjudicará las negociaciones en el seno de las Naciones Unidas, socavando las negociaciones multilaterales”. “El gobierno británico debe detener este experimento ahora y pronunciarse claramente en el sentido de que no apoyará ningún experimento de geoingeniería mientras continúen las negociaciones internacionales”, agregó el directivo.

El Grupo ETC presenta en su parte de prensa varios argumentos contra la autorización del experimento científico británico. Destaca, entre otras cosas, que no ha habido transparencia de los investigadores involucrados en el proyecto, que se han negado a revelar el lugar de realización, la fecha y los fundamentos y antecedentes científicos.

La organización internacional agrega que el Convenio sobre Diversidad Biológica de Naciones Unidas adoptó una moratoria a las actividades de geoingeniería en 2010, en la ciudad de Nagoya, Japón. “Este experimento contraviene el espíritu, si no la letra, de esa decisión”, señala.

Foto: http://piratasdeaxel.wordpress.com