La reunión se produjo el pasado 20 de julio, luego del fin de semana último donde las negociaciones que viene llevando adelante el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, se estrellaran con la negativa del gobierno de facto sobre la posibilidad de un retorno del presidente constitucional Manuel Zelaya. López aseguró que el presidente Uribe expresó “simpatía por el gobierno del presidente Roberto Micheletti”.

El canciller afirmó que decidió acudir a Colombia porque ambas naciones son “víctimas de agresores externos comunes, como (el presidente de Venezuela) Hugo Chávez”. Al respecto dijo que Chávez "representa una amenaza para las naciones, para la independencia de cada una de ellas”.

A pesar de la reunión entre Uribe y el canciller de facto hondureño, el Ejecutivo colombiano reaccionó para aclarar que continúa dando todo su apoyo a la "gestión mediadora que realiza el presidente Arias para restablecer el proceso democrático en Honduras".

Sin embargo, esta situación es sumamente preocupante para la estabilidad de la región. El pasado 5 de julio, la OEA decidió expulsar de la organización a Honduras y pidió a sus estados miembros que rompieran relaciones de todo tipo con Tegucigalpa "hasta que se restituya al legítimo presidente, Manuel Zelaya".

Pero con esta reunión a espaldas de la comunidad internacional, el gobierno colombiano también incumple un mandato expreso de la Asamblea General de la ONU de "no reconocer a ningún otro Gobierno hondureño que no sea el de Manuel Zelaya".

Fuente: Publico.es