A eso hay que sumarle pérdidas millonarias por los daños materiales y sobre todo graves consecuencias por la producción de alimentos.

Lamentablemente, cada año se confirman las advertencias que plantean organizaciones centroamericanas como el Movimiento de Víctimas y Afectados por el Cambio Climático (Moviac), integrada por campesinos e indígenas, es decir los mayores afectados por estos fenómenos climatológicos.

“Continuamos siendo las principales víctimas de un modelo de desarrollo impuesto desde organismos internacionales, empresas transnacionales y desde los países más devastadores y contaminantes del planeta que históricamente no han respetado nuestra forma de vida ancestral basada en armonía con la Madre Tierra”, asevera el Moviac en su última declaración pública.

Critican sobre todo las falsas soluciones basadas en la mercantilización “de nuestra Madre Tierra”, en clara referencia a los programas REDD y los mecanismos de desarrollo limpio (MDL), promovidos por el Banco Mundial y que priorizan “proyectos hidroeléctricos implementados en los territorios de nuestras comunidades y la pérdida de la biodiversidad a través de la expansión de los monocultivos”.

El gobierno de Guatemala, según el Moviac, prioriza los intereses “de las oligarquías y empresas transnacionales” por encima de la población, “creando leyes para el aval de los programas que atentan directamente contra las decisiones y a la vida de nuestras comunidades”.

Ponen como ejemplo de esto último la "Ley Marco para regular la reducción de la vulnerabilidad, la adaptación obligatoria ante los efectos del cambio climático y la mitigación de gases de efecto invernadero” y “El reglamento de regulación de las consultas comunitarias”.

Para conocer en detalles los planteos que viene realizando este movimiento, Radio Mundo Real conversó con el dirigente guatemalteco Jaime Reyna, referente del Moviac.

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